
Estaban sentados a orillas del agua
su piel era melocotón tierno y estaban semidesnudos,
sus carnes eran tiernas también,
se rozaban entre todos con levedad casi
[imperceptible,
reían y corrían en la arena
y sus cabellos rojos contrastaban con el azul claro del
[mar.
Ninguno tenía más de 17 años,
todos sudaban pequeñas cantidades de un licor suave
[y sexual
mientras aún tenían en sus ojos bellos rasgos turquesa
[de inocencia.
“Actúen con naturalidad,
imaginen que han estado aquí desde siempre, bellos
[muchachos de bellas pecas”
dijo el hombre viejo, único espectador de los valles de
[piel de hombre
y agarraba con los dedos colores de turrón:
pintaría hormonas veloces bajo sus mejillas,
pintaría penes medio erectos bajo sus ombligos y sus pequeñas ropas,
imprimiría sobre el lienzo escenas con fuerte olor a semen y a mar.
“Caminen, actúen, respiren como danzando.
Déjense besar, déjense tocar.”
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Inspirado en el trabajo del pintor Henry Scott Tuke (1858-1929). La imagen pertenece al cuadro Under the western sun que da nombre a este poema. Para ver más cuadros visitar este sitio.