Minimalismo y caos
Levantá una ceja.
Mové el meñique de tu mano derecha.
Mordete un pedacito de tu labio inferior.
Mové tu ojo izquierdo un poquito a la izquierda.
Miráme.
Aquí estoy.
Haciendo anotaciones de tus movimientos mínimos.
Capturando la imágenes de tu pelo suelto al viento.
Maldiciendo la brisa de la noche que me tienta a quedarme,
romper las reglas,
cortar el café espresso,
quebrar las vitrinas de las joyerías,
talar todos los árboles y hacer más centros comerciales,
chocar un carro (o dos),
morderle el brazo a una señora desconocida en la calle,
escupir a los transeúntes,
tirar basura a la gente que va al cine…
romper el pantalón al no poder contener mi erección.
3 comentarios:
Con una lagrima de esperanza al ver tus palabras,
Saludos desde el sur de Francia querido amigo !
sabes que me creo fantacias en mi mente y me imagino tus ojos verdes y pienso ojala esas palabras y lo digo con todo el egoismo del universo, ojala eso me lo dijeras a mi....
Gracias, Amaël. Saludos desde El Salvador.
Anónimo, no lo sabía y... de todos modos no se quién sos entonces no sé qué decir.
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