miércoles, 26 de septiembre de 2007

Manuel


Manuel,
llegá a la nueva orilla.

Allá sólo hay papeles blancos,
vacíos,
sin manchas
(dicen que te esperan).

Pero ¡cuidado!

Cuidado antes de doblar alguna esquina
o mirar a los ojos a una nueva persona.

En esa ciudad,
donde las horas son extrañas,
no se sabe si al final de una calle
termina el mundo.

2 comentarios:

marielagarron dijo...

hijo de dios, qué belleza este escribidajo!

Nadie dijo...

Gracias por los "piropos po pos" (como dirías vos)