martes, 21 de agosto de 2007

Sololá


(De cierto te digo
que mañana estaré conmigo en nuestro paraíso.)

Tanto frío hacés.
Vos y tu recuerdo plano,
acostado,
suave,
poroso
y un sin fin de bellos adjetivos más.
Tan alto vos,
tan inalcanzable y lejano;
tan perdido dentro de tu pelo.

Tan cierto como mi melancolía,
te prometo que mañana estaré otra vez sobre el lago,
debajo de la ramada
y entre las calles angostas,
empedradas,
bulliciosas
y un sin fin de bellos adjetivos más.

Tus ojos se posarán en las nubes enormes entre los volcanes
y me verás cambiado (no lo predigo, lo deseo).

Columpiáme, gigante, en tus cabellos,
regaláme pecas
y acercáte a mí desnudo.
La luz es casi negra: de luna indígena.
El aire está cargado de flores secas y siglos de color.

(Humo y polvo oloroso.
Pieles morenas.
Bordados de mil historias y luces.
Agua.
Agua para toda la vida.
Agua.)

2 comentarios:

Raúl Marín dijo...

Buen trabajo. Compañero poeta... Eñl arte une..Saludos.

Nadie dijo...

Gracias, Raúl. Espero me siga visitando.