sábado, 8 de diciembre de 2007

Los jueves

Recogeré
día a día
bella madera rústica
que huela a mi país.
Con mis dientes
cortaré los troncos
y los clavos los pondré
golpeando con mis rodillas y codos.
Quebraré botellas
sentándome desnudo en ellas,
haré vitrales
pegando las partes con saliva
y la luz entrará alegre y colorida.
Mi casa tendrá una vela encendida en la noche
que me ilumine al escribirte las cartas en papeles negros;
tendrá mi sangre:
mi vida regada en las paredes.
Las cortinas acariciarán el aire cuando entre enamorado
porque ahí todo será poesía.

Qué negra es la noche que se verá desde mi casa;
qué perfectos los sonidos que llegarán desde el mar.
Ya no habrá necesidad de pensar más en el futuro
y me dedicaré a existir, nada más...

(Suspiro)
Mejor ahora
me vuelvo silencioso
y me cubro con mi sábana remendada azul-estrellada.
Amigo, jurá quedarte algunas noches conmigo
para hacer el amor.
La vida
apenas comienza.

--
Mal poema de hace un tiempo.

No hay comentarios.: