viernes, 25 de abril de 2008

Pintura

El color de la noche es negro
y nada alrededor del hombre tiene color,
excepto la calle
que es negra.
El hombre cae hacia el frente
como si la calle fuera su amante,
como si ella lo jalara en brama
y lo necesitara ya
entre las piernas.
El pelo se le mueve como bajo el agua.
Él flota entre la noche
a punto de convertirse madrugada.
El beso que le da al asfalto es negro
y se le llenan los labios de suciedad.
El dolor de la caída
se extiende desde su boca
hacia todo su cuerpo
y parece el mar.
El cuerpo del hombre es negro.
El viento que arrastra hojas negras es negro, también.

La sangre que surge del beso
es roja.

La vida que se desprende del hombre es azul.

Mis ojos tienen la combinación extraña de tres colores
y vos
seguís transparente.

Mejor me pierdo.

--
Extraído de las notas en mi celular.

viernes, 18 de abril de 2008

La maldición de llamarse así

... O Roque,
o Lautaro,
o Enero, o Abril;
o Paolo Antonio Jesús,
o Bodeperto,
o Unulfo,
o Josías Isaí,
incluso un nombre de mujer

pero no el tuyo.
El tuyo acarrea males
y desborda los mares.

Tu nombre lleva implícito
el dolor.

lunes, 7 de abril de 2008

Caracoles de jardín

"No hay duda.
Somos los seres más inteligentes"
piensan los caracoles
y presumen de sus formas hermosas
y de cómo su piel se ondula a los lados
para avanzar.
"Ningún otro ser tiene nuestra manera
tan compleja
de comunicarnos,
ni nuestras constumbres
tan civilizadas"
concluyeron reunidos en el jardín,
llenos de tierra,
orgullosos de sus antenas.

Y tienen razón:
no hay un solo ser que sea como ellos.

--
Pequeño poema que no pretende nada.

domingo, 6 de abril de 2008

Las arpas (2)

Amanecí
con el cabello hecho arena
y lo amarré despacio
como si las manos de Dios
le hicieran un moño a la playa.
Caminé sobre un susurro
hacia el mar
y los cantos de las gaviotas
alborotaban mi falda y mi barba.
Respiré
el aire salado;
tenía el aroma de todas las criaturas marinas
y mis pulmones se ensancharon,
me hice más grande
y se me trabó la Luna en el pelo;
aún no se había metido.
Y la Luna
era tan suave
que llenaba de silencio
la mañana.
Surgió una casa del silencio
y el aroma a comida de adentro
me invitó a irrumpir en aquel ambiente
un poco lleno de sombras;
eran veintidós años los que llevaba de construida,
ya nadie la decoraba;
cada cierto tiempo
llegaba un nuevo objeto
y se quedaba en un lugar
como si hubiera estado ahí eternamente
dentro de la casa
rodeada de arena,
acariciada por el mar.
Yo silbé en la mañana
y al instante se calmó el mar,
entendió mi deseo de silencio
y el silbido.
Tengo melancolía
la más grande y la más arraigada.
Tengo melancolía
de nunca haber conocido el mar.
Repartiré tres piedras
en los tres lugares que más amo en el mundo.
Haré siete vestidos
uno para cada día que anteceda mi cumpleaños.
De enero a octubre
sólo tomaré té de manzanilla.
En noviembre y diciembre
sólo tomaré té de manzana y canela.
Crearé pequeñas historias que nunca escribiré.
Haré muchas cosas
definitivamente...
Amanecí
con la cara hacia donde creo que está
y sentí vergüenza de que
de alguna forma
se diera cuenta de mi mirada.
Me sacudí el pelo de arena
frente al espejo más grande de la casa
(es que mi pelo es muy largo)
y luego me lo lavé
con la leche más fresca de la mañana,
escupí en mi mano más sensible
y con esa saliva me peiné;
se me ocurrió agregar unos cascabeles
pero ya era suficiente con los de la barba.
Amanecí cansado
y sólo me desperté para seguir durmiendo.
Soñé
que el mar me recibía en su reino
aunque fuéramos desconocidos.
En medio en el fondo del mar
yo,
flotando eternamente con mi vestido,
hice las formas de la sonrisa
que me ha provocado este sueño.
El agua entraba sin parar por todos mis orificios
y me llenaba.
El mar me tocaba por fuera y por dentro
cual amante insaciable,
sádico.

--
Versión temprana.

viernes, 4 de abril de 2008

( Hoy en La Rayuela )

Esta noche a las 7:00p.m. se habrá un recital muy interesante en La Rayuela ubicada en 1a Calle Pte No 3-1, Santa Tecla (frente Tienda Cirquito, coniguo Posada Santa Maria Iglesia Concepción).

Digo interesante por la variedad de poetas que leerán:
En la primera parte:
Manuel Ramírez (para este blog: Nadie), Alberto López, Efraín Rivera, Néstor Durán, Luis Angulo y Mauricio Vallejo.
En la segunda parte:
Nora Méndez, Mario Noel Rodriguez, Alex Canizales, Alfonso Fajardo y Argelia de Quintana.

Habrá música de Brenda Medina y pintura de Edgardo Quijano, Regina Márquez, Vicky Coto.

No estaría de más que se acercaran por curiosidad.

jueves, 3 de abril de 2008

La mañana tiene que ser un poema

Por las gradas bajó la mañana
barriendo las sobras del frío
que habían dejado la noche
y los sueños...

Como aceite fluía suave
camino abajo por las paredes
sumergiendo las sombras
bajo el pavimento.

Al fin se paró pesada,
inmensa a las diez de la mañana,
sobre los edificios
y las cabezas de las personas.

La mañana tiene que ser un poema.

miércoles, 2 de abril de 2008

Sobre mis lágrimas

¿Quisiera el Sol deterretirme
o prenderme en llamas
o matarme de insolación
o volverme mar de tanto sudar
o, simplemente, mancharme de luz y borrarme?

¿Quisiera la música, aquella que duele,
visitarme en el momento preciso en que sufro
para acentuar más mi dolor y hacerlo más bello
y sacar de él provecho:
un libro
y veintidós dibujos,
e inspirar una película de arte
triste como la música,
como una película sin música?

¿Quisiera la tarde ser eterna
y atrasar para siempre el día inevitable
o decorar de viento el paisaje que veo
para que ya no lo pueda ver
y no me duela
ser simple espectador
y no paisaje
o resistir un poco más
con la ayuda de sus sonidos cotidianos
y detener tres segundos la noche
que ya pesa
sobre mis lágrimas?

--
Escrito desde una ventana.

martes, 1 de abril de 2008

Poema inconcluso que hubiera sido largo

Para seguir
tengo que amarrarme al brazo
alguna cosa que
alguna vez te haya pertenecido.

Sos vos el de las sonrisas y pequeños lunares.

Para vencerme
cuando no hay pensamiento más placentero que el suicidio
debo intentar,
por lo menos,
tocar tu boca
encerrados un día oscuro
en mi habitación desordenada.

Sos vos el que se pasea por los lugares donde no coincidimos.

De niño debiste haber sido cruel
porque sólo así
explicaría los rasgos de tu cara
tan demoníacos
que su fuerza atrae mi mirada
y no la deja salir
de los límites de tu cuerpo
tan lleno de sorpresas
porque estás vestido.

Deseo de madrugada y tristeza

Jamás entre los colores grises y gastados de tu ropa,
en medio de dos minúsculos lunares,
entre tu calcetín y tu zapato,
entre tus ojos,
en la arruga que te marca la sonrisa,
entre tu glande y tu prepucio,
en una historia tuya:


jamás.