viernes, 25 de abril de 2008

Pintura

El color de la noche es negro
y nada alrededor del hombre tiene color,
excepto la calle
que es negra.
El hombre cae hacia el frente
como si la calle fuera su amante,
como si ella lo jalara en brama
y lo necesitara ya
entre las piernas.
El pelo se le mueve como bajo el agua.
Él flota entre la noche
a punto de convertirse madrugada.
El beso que le da al asfalto es negro
y se le llenan los labios de suciedad.
El dolor de la caída
se extiende desde su boca
hacia todo su cuerpo
y parece el mar.
El cuerpo del hombre es negro.
El viento que arrastra hojas negras es negro, también.

La sangre que surge del beso
es roja.

La vida que se desprende del hombre es azul.

Mis ojos tienen la combinación extraña de tres colores
y vos
seguís transparente.

Mejor me pierdo.

--
Extraído de las notas en mi celular.

3 comentarios:

HuelveElena dijo...

En mi opinión de lectora, el poema debería terminar en Seguís transparente.

Por cierto, ese fin me ha encantado.

HuelveElena dijo...

Puuuya me quitaste de tus links!

Estoy resentida.

Nadie dijo...

Elena, como tu blog es personal lo linkeé a mi blog personal, a Dicen que Nadie es perfecto!! no se me resienta!! en este blog tengo los relacionados con literatura nada más.

Nos leemos!