martes, 1 de abril de 2008

Poema inconcluso que hubiera sido largo

Para seguir
tengo que amarrarme al brazo
alguna cosa que
alguna vez te haya pertenecido.

Sos vos el de las sonrisas y pequeños lunares.

Para vencerme
cuando no hay pensamiento más placentero que el suicidio
debo intentar,
por lo menos,
tocar tu boca
encerrados un día oscuro
en mi habitación desordenada.

Sos vos el que se pasea por los lugares donde no coincidimos.

De niño debiste haber sido cruel
porque sólo así
explicaría los rasgos de tu cara
tan demoníacos
que su fuerza atrae mi mirada
y no la deja salir
de los límites de tu cuerpo
tan lleno de sorpresas
porque estás vestido.

2 comentarios:

La Inclusión dijo...

al final del poema, el tono se vuelve estrepitoso. como si estuviéramos observando muy de cerca un abismo profundo.

ese es mi tipo de final.
muy bien logrado :)

Nadie dijo...

Gracias. Pero no lo logré. No se suponía que el poema terminara ahí, se suponía que seguiría hasta cansarme... pero no.

Entonces no es el final. El poema no tiene final.

Pero bueno, si lo tuvo y es este y ... ya :D