jueves, 19 de febrero de 2009

Sobre vos, la luz y la voz

Tenés tics,
quizás cuando estás concentrado los tenés.

Y cejas tenés, también:

espesas,
tan negras
que no se confunden con tus sombras.

O es la luz que ilumina a Lemebel,
su texto y su figura;

o es que siempre te persigue una luz,
tenue e indirecta,
para que sombras te realcen
y te marquen

los rasgos.

¿Por qué estás bello?
¿es que lo sos?

O es la voz de Lemebel,
tan suave y grave,
la que te hace bello

y te suaviza los ángulos
-tan marcados-
como con lija,

como raspándolos con los dientes
que filtran la voz

de Lemebel.

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Supongo que el crédito de la imagen va para Pedro Lemebel.

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