Mientras camino al lado de los maquilishuats
Salgo
con cara de "todo me vale verga".
Frunzo el ceño
y mis cejas se frotan
entre ellas.
Los carros
me golpean con su rastro de viento;
se me mueve el pelo violento
y me lastima la cara:
me raya.
Avanzo.
Frunzo más el ceño
y todo me da asco.
La bolsa de mis libros
cuelga de mala gana de mi hombro izquierdo,
me golpea la cadera,
me apresura
y aligero el paso.
¡Qué simples son los demás hombres!
¡Qué culpables de todo lo que me pasa!
--
Al salir del trabajo.
3 comentarios:
Y donde estas trabajando?
En un call center (como se ve en el poema de arriba)
No me gusta tanto, pero creo que hay algo posiblemente bueno.
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