miércoles, 5 de marzo de 2008

Mientras camino al lado de los maquilishuats

Salgo
con cara de "todo me vale verga".
Frunzo el ceño
y mis cejas se frotan
entre ellas.

Los carros
me golpean con su rastro de viento;
se me mueve el pelo violento
y me lastima la cara:
me raya.
Avanzo.
Frunzo más el ceño
y todo me da asco.
La bolsa de mis libros
cuelga de mala gana de mi hombro izquierdo,
me golpea la cadera,
me apresura
y aligero el paso.

¡Qué simples son los demás hombres!
¡Qué culpables de todo lo que me pasa!

--
Al salir del trabajo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Y donde estas trabajando?

Nadie dijo...

En un call center (como se ve en el poema de arriba)

Orpheo dijo...

No me gusta tanto, pero creo que hay algo posiblemente bueno.