Minimalismo y caos
Levantá una ceja.
Mové el meñique de tu mano derecha.
Mordete un pedacito de tu labio inferior.
Mové tu ojo izquierdo un poquito a la izquierda.
Miráme.
Aquí estoy.
Haciendo anotaciones de tus movimientos mínimos.
Capturando la imágenes de tu pelo suelto al viento.
Maldiciendo la brisa de la noche que me tienta a quedarme,
romper las reglas,
cortar el café espresso,
quebrar las vitrinas de las joyerías,
talar todos los árboles y hacer más centros comerciales,
chocar un carro (o dos),
morderle el brazo a una señora desconocida en la calle,
escupir a los transeúntes,
tirar basura a la gente que va al cine…
romper el pantalón al no poder contener mi erección.